reseñas de revistas
Capitulo X
ESTUDIOS SOBRE LA
FRANCMASONERÍA Y EL COMPAÑERAZGO
René Guénon
Noviembre de 1931.
46.-
En la “Revue Internationale des Sociétés Secrètes”
(números del 1º de agosto y del 1º de septiembre, parte "ocultista"), el Dr. G.
Mariani, continuando su estudio titulado “El Islam y el Ocultismo”, mezcla
extrañamente las organizaciones iniciáticas y las "sectas" heterodoxas (hasta el
Ba´haismo occidentalizado inclusive), según un procedimiento que, en lo que
concierne al mundo cristiano igualmente, ha sido frecuentemente empleado por los
enemigos del esoterismo, desconociendo o aparentando ignorar que religión e
iniciación constituyen dos dominios perfectamente distintos. En el primero de
los dos números, el mismo autor habla de nuestro último libro y del de M. Emile
Dermenghem; lo hace a su manera habitual, de la cual lo menos que se puede decir
es que carece de franqueza- No nos detendremos en destacar las aserciones más o
menos bizarras que nos conciernen, pero que no podrían alcanzarnos; citaremos
solamente en otro orden de ideas, esta frase bien característica de cierta
mentalidad: "El catolicismo sólo tiene un significado, y lo hemos
aprendido en el catecismo". Si verdaderamente fuera así, ¡qué piedad! El
artículo termina con pérfidas insinuaciones respecto a las "Ediciones Véga", y
con una intención que no calificaremos, pero que discernimos demasiado bien, se
enuncia, en lo que nos concierne, una "predicción" que va exactamente en
oposición a la verdad; no diremos apenas más por el momento, pues tendremos sin
duda que volver sobre ello... Sólo añadiremos una cosa: nunca hemos ni soñado en
absoluto con hacer del "Voile d´Isis" una "cosa" nuestra y, si algunos de sus
colaboradores se inspiran de buena gana en nuestros trabajos, es de modo
totalmente espontáneo y sin que hayamos nunca hecho nada para impulsarlos a ello.
No vemos ahí más que un homenaje rendido a la doctrina que expresamos, de manera
perfectamente independiente de todas las consideraciones individuales; por lo
demás, si se continua... envenándonos con la "personalidad de René Guénon", !terminaremos
algún día por suprimirla del todo¡ Pero nuestros adversarios pueden estar
seguros de que no ganarán nada con eso, muy al contrario...
Noviembre de 1935
121.- En el Mercure de France
(nº del 15 de julio), señalamos un
artículo titulado "L'Infidélité des Francs-Maçons", firmado bajo el pseudónimo
de "Inturbidus". Hay consideraciones interesantes, pero que a veces no
están suficientemente claras, sobre todo en lo que respecta a la distinción de
las iniciaciones sacerdotal, principesca y caballeresca, y en fin artesanal, que
en suma corresponde, a la vez, a la organización artesanal de la sociedad
occidental de la Edad Media y a la de las castas de la India; no se ve muy bien
el lugar exacto asignado ahí al hermetismo, y por otra parte habría que explicar
por qué la Masonería, a pesar de sus formas artesanales, lleva también la
denominación de "arte real". Sobre la cuestión de las iniciaciones artesanales o
corporativas, el autor cita extensamente el Número de Oro de Matila Ghyka;
desafortunadamente, la parte de esta obra que se refiere a este asunto es
ciertamente la que admite mayores reservas, y las informaciones que en ella se
encuentran no todas provienen de fuentes demasiado seguras... Sea como fuere,
puede ser mucho más restringido tomar la expresión de "Masonería operativa" en
un sentido exclusivamente corporativo. El autor, que sin embargo reconoce que
esta antigua Masonería siempre admitió miembros que no eran obreros (que no
traduciremos forzosamente como "no-operativos"), no parece darse demasiada
cuenta de lo que ellos podían hacer ¿sabe, por ejemplo, lo que era una L.·.
of J.·.? En verdad, si la Masonería ha degenerado realmente deviniendo
simplemente "especulativa" (se advertirá que decimos simplemente para señalar
que este cambio implica una disminución), es en otro sentido y de otra manera a
como él lo imagina, lo que, por otra parte, no impide reconocerle la exactitud
de ciertas reflexiones relativas a la constitución de la Gran Logia de
Inglaterra.
En todo caso, la Masonería, ya sea
"operativa" o "especulativa", comporta esencialmente, por su misma definición,
el uso de formas simbólicas que son las de los constructores; "suprimir el
ritual de iniciación artesanal", como aconseja el autor, significaría
simplemente suprimir la Masonería misma, aunque él no "quiere destruirla",
reconociendo que "así se rompería con la transmisión iniciática", lo cual es un
poco contradictorio. Sabemos muy bien que, según su pensamiento, se trataría
entonces de substituirla por otra organización iniciática; pero, entonces, no
teniendo ésta ninguna relación de filiación real con la Masonería, ¿por qué
debería reclutar sus miembros entre los Masones más que en cualquier otro medio?
Por otro lado, como semejante organización no se puede inventar, humanamente al
menos, y no puede ser el producto de simples iniciativas individuales, incluso
aunque ellas provengan de personas "que se encuentran en una cadena iniciática
ortodoxa", lo cual evidentemente no sería suficiente para legitimar la creación
por parte de aquellas, ¿de dónde procedería esta organización, y a qué se
vincularía efectivamente ella? Vemos las dificultades probablemente insolubles
que plantea todo esto desde el momento en que se reflexiona un poco sobre ello;
también nos permite ser escépticos sobre la realización de semejante proyecto,
que no está verdaderamente a punto...
El auténtico remedio para la degeneración
actual de la Masonería, y sin duda el único, sería totalmente otro: se trataría,
suponiendo que fuera todavía posible, de cambiar la mentalidad de los Masones, o
al menos de los que de entre ellos son capaces de comprender su propia
iniciación, oportunidad, hay que decirlo, que no se ha dado hasta ahora. Por
otro lado, su número importaría poco, porque, ante un trabajo serio y realmente
iniciático, los elementos "no-cualificados" se eliminarían enseguida; y con
ellos desaparecerían también, por la fuerza misma de las cosas, estos agentes de
la "contra-iniciación", al papel de los cuales hicimos alusión en el pasaje del
Teosofismo que está citado al final del artículo, pues nada podría dar
pábulo a su acción. Para operar "un enderezamiento de la Masonería en el sentido
tradicional", no hay que "estar en la luna", como dice "Inturbidus", ni
construir en la nubes; se trataría solamente de utilizar las posibilidades de
que se disponen, por reducidas que éstas pudieran ser al comienzo; pero, en una
época como la nuestra, ¿quién osará acometer semejante labor?
Diciembre de 1938
195.- En el "Speculative Mason",
la continuación del estudio sobre The Preparation for Death of a Master Mason,
considera a la "Tradición Sagrada", la cual está representada simbólicamente en
las Logias por la Biblia, pues ésta es, de hecho, el Libro Sagrado de Occidente
desde la época cristiana, pero que no debe considerarse sin embargo como
limitada sólo a este Libro, sino al contrario como comprendiendo igualmente, y
bajo el mismo título, a las Escrituras inspiradas de todas las diversas formas
tradicionales, que no son sino otras tantas ramas derivadas de la misma
Sabiduría primordial y universal. Otro artículo está consagrado a la
cuestión de los Landmarks, que, como se sabe, son motivo de discusiones
interminables. Aquí se aclaran un poco al referirse a la significación original
de la palabra, aplicada en la Masonería operativa a las marcas mediante las
cuales eran fijados el centro y los ángulos de un edificio antes de su
construcción, lo que, por transposición, permite interpretar los caracteres
generalmente reconocidos a los Landmarks, en el sentido de una verdad
inmutable, universal e intemporal en sí misma, y al mismo tiempo susceptible, en
los diferentes dominios de existencia y acción, de aplicaciones que son como
otros tantos reflejos, en grados diversos, de un "Arquetipo" puramente
espiritual. Es evidente que en estas condiciones los verdaderos Landmarks
no pueden de ninguna manera asimilarse a un conjunto de reglas escritas, que
como mucho no podrían expresar sino su reflejo más indirecto y lejano.
(Ibid. págs. 300-301).
Enero y Marzo de 1940
208.- Compagnon
du Tour de France,
- Contiene un buen artículo sobre El Util, por el C:. Georges Olivier, de
donde extraemos estas justísimas consideraciones: "El útil engendra el oficio;
el oficio, las artes; en la edad media, oficio y arte eran sólo uno... El útil
es a la medida del hombre; lleva en él, sobre él, la personalidad de su
maestro... En el taller, el útil adquiere a los ojos del iniciado el valor de un
objeto sagrado. ¿No es acaso el taller un templo donde se medita, se estudia,
donde se cumple un trabajo: una parte de la obra universal?... En cualquier
tiempo, sin duda, el útil fue considerado como un símbolo... Se encuentra en
nuestros museos banderas bordadas del santo llevando el útil y la divisa del
cuerpo de oficio: vestigios y testimonios de una época en donde se compenetraban
intensamente la vida económica y la vida espiritual, donde el trabajo
materializaba la fe, y donde la fe espiritualizaba el trabajo. Símbolos también,
y desde diferentes puntos de vista, la escuadra y el compás de los Compañeros,
que, añadiendo el útil distintivo de la profesión, han querido ver la unión de
lo intelectual y de lo manual en un mismo obrero: el Artesano". Sería deseable
que estas reflexiones fueran observadas por aquellos que pretenden sostener la
superioridad de lo "especulativo" sobre lo "operativo", y que creerían
firmemente que el simbolismo es patrimonio de los "especulativos" únicamente.
Tan sólo tenemos reservas sobre un punto: no es exacto decir que la máquina es
un "útil perfeccionado", porque, en cierto sentido, ella es más bien lo
contrario: mientras que el útil es de alguna manera un "prolongamiento" del
hombre, la máquina reduce a éste a no ser más que su servidor, y si es cierto
que "el útil engendra el oficio", no lo es menos que la máquina lo mata; pero,
en el fondo, puede que sea éste el verdadero pensamiento del autor, puesto que
enseguida afirma que "en nuestros días, la máquina suplanta al útil, la fábrica
al taller, la sociedad laboriosa se escinde en dos clases por la
intelectualización de la técnica y la mecanización de la mano de obra, que
preceden a la decadencia del hombre y la sociedad".
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