¿Colonia o Estrasburgo?
Capitulo i
ESTUDIOS SOBRE LA
FRANCMASONERÍA Y EL COMPAÑERAZGO
René Guénon
La cuestión que ha sido considerada en
el número de octubre de 1926 del "Voile d´Isis" debe, nos parece, dividirse en
dos: una cuestión de orden histórico y una cuestión de orden simbólico; y la
divergencia señalada no alcanza, en suma, más que al primero de los dos puntos
de vista. Por otro lado, la contradicción puede que no sea más que aparente: si
la catedral de Estraburgo es el centro oficial de cierto rito "compañeril", la
de Colonia ¿no sería igualmente el centro de otro rito? ¿Y no habría,
precisamente por esta razón, dos títulos masónicos distintos, uno datado en
Estrasburgo y el otro en Colonia, lo que podría haber dado lugar a una confusión?
Sería algo a verificar, y habría que saber también si esas dos cartas llevan la
misma fecha o fechas diferentes. El asunto es interesante sobre todo desde el
punto de vista histórico; éste no es para nosotros el más importante, pero
tampoco carece de valor, porque está ligado en cierto modo al punto de vista
simbólico mismo: no es, en efecto, arbitrariamente como tal o cual lugar ha sido
escogido como centro por organizaciones como aquellas de las que tratamos.
Como quiera que sea, estamos
totalmente de acuerdo con el Sr. Albert Bernet, cuando dice que el "punto
sensible" debe existir en todas las catedrales que han sido construidas según
las reglas verdaderas del arte, y también cuando declara que "hace falta
utilizarlo sobre todo desde el punto de vista simbólico". Hay, a tal respecto,
un parangón curioso que hacer: Wronski afirmaba que hay en todo cuerpo un punto
tal que, si es alcanzado, el cuerpo entero es desagregado por ahí mismo
inmediatamente, volatilizado en cierto modo, quedando disociadas todas sus
moléculas; y él pretendía haber encontrado el medio de determinar por el cálculo
la posición de ese centro de cohesión. ¿No es ésta, sobre todo si es considerada
simbólicamente como pensamos nosotros que debe hacerse, la misma cosa
exactamente que el "punto sensible" de las catedrales?
La cuestión, en su forma más general,
es aquella de lo que podría denominar el "nudo vital" existente en todo
compuesto, como punto de unión de sus elementos constitutivos. La catedral
construida según las reglas forma un verdadero conjunto orgánico, y por ello
tiene, también ella, un "nudo vital". El problema vinculado con este punto es el
mismo que aquel que expresaba, en la antigüedad, el famoso símbolo del "nudo
gordiano"; pero, sin duda, los Masones modernos quedarían bien sorprendidos si
se les dijera que su espada puede desempeñar ritualmente, a este respecto, la
misma función que la de Alejandro...
Se puede decir aún que la solución
efectiva del problema en cuestión atañe al "poder de las llaves" (potestas
ligandi et solvendi) entendido en su significación hermética, o, lo que
viene a ser lo mismo, que ella corresponde a la segunda fase del solve et
coagula de los alquimistas. No hay que olvidar que, como señalamos en el
artículo de "Regnabit" al cual se refiere el Sr. Paul Redonel, Janus, que
era entre los Romanos el dios de la iniciación a los Misterios, era al mismo
tiempo el patrón de los Collegia fabrorum, de las corporaciones de
artesanos que se han continuado a través de toda la Edad Media y, por el
Compañerazgo, hasta los tiempos modernos; pero bien poco numerosos son sin duda
los que, hoy en día, comprenden aún algo del simbolismo profundo de la "Logia de
San Juan".
Publicado originalmente en "Voile
d´Isis", enero-febrero de 1927.
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